La Historia del Lambrusco
El Lambrusco representa el alma espumosa de Emilia-Romaña. Esta familia de variedades ancestrales produce vinos únicos que encarnan la alegría de vivir italiana y la tradición vitivinícola milenaria de la región.
Los Diferentes Tipos de Lambrusco
Desde Sorbara hasta Grasparossa, pasando por Salamino, cada variedad de Lambrusco posee su personalidad. Sorbara ofrece elegancia y finura, Grasparossa aporta estructura y profundidad, mientras que Salamino equilibra fruta y frescura.
Terroir y Métodos de Producción
Los suelos aluviales de la llanura del Po, ricos y fértiles, constituyen el terroir ideal para estas variedades. El método Charmat, perfectamente adaptado al estilo del Lambrusco, preserva los aromas primarios y la frescura.
El Arte de la Degustación
Los mejores Lambrusco seducen por su equilibrio entre fruta, acidez y efervescencia. Las notas de cerezas frescas, violetas y ese sutil amargor característico los convierten en vinos gastronómicos sorprendentes.
Maridajes Gastronómicos
Como compañeros naturales de la cocina emiliana, estos vinos acompañan perfectamente los embutidos locales, la pasta fresca e incluso platos más complejos. Su efervescencia limpia agradablemente el paladar.