El encuentro entre los Andes y el Pacífico: un paraíso enológico
Chile representa una de las fronteras más fascinantes del vino mundial, donde unas condiciones naturales excepcionales y una creciente experiencia enológica se combinan para crear tintos de extraordinario carácter y valor. La singular geografía del país, un estrecho corredor entre la cordillera de los Andes y el océano Pacífico, crea un mosaico de microclimas ideales para la viticultura, con veranos cálidos y secos, noches frescas y vientos oceánicos que mitigan las temperaturas. Esta combinación favorece una maduración lenta y completa de las uvas, conservando su frescura y acidez. Nuestra selección explora todo el espectro cualitativo de este país,
desde los valles históricos como Maipo y Colchagua hasta las zonas emergentes como Leyda y Bío-Bío, privilegiando a los productores que expresan auténticamente los diferentes terruños y que están contribuyendo a la evolución cualitativa que ha transformado a Chile de un simple productor de vinos fiables a un terruño capaz de crear algunas de las etiquetas más emocionantes y distintivas del panorama enológico mundial.
Carmenère: la uva perdida y reencontrada
La Carmenère es el símbolo enológico del Chile moderno y el corazón de nuestra selección. Originaria de Burdeos, donde prácticamente desapareció tras la filoxera, esta variedad fue redescubierta en Chile en los años 90, donde se había cultivado durante más de un siglo y se confundía con la Merlot. En los valles centrales como Colchagua, Cachapoal y Maipo, la Carmenère encuentra las condiciones ideales que permiten una maduración fenólica completa, imposible en muchas otras regiones vitivinícolas. Los mejores ejemplos seleccionados ofrecen un perfil aromático único que combina frutos negros maduros, pimiento verde finamente integrado, notas especiadas de pimienta negra y un toque característico de cacao y tabaco.
La estructura es generalmente suave, con taninos sedosos y una acidez moderada que hace que estos vinos sean especialmente versátiles en la mesa. Nuestra colección presenta diferentes interpretaciones estilísticas, desde las versiones más inmediatas y afrutadas hasta selecciones de viñedos únicos y reservas que muestran la extraordinaria capacidad de envejecimiento de esta variedad cuando se cultiva en los terruños más adecuados.
Cabernet Sauvignon y mezclas bordelesas: la elegancia andina
Junto al Carmenère, el Cabernet Sauvignon es el otro gran protagonista de la enología chilena, con interpretaciones que destacan en el panorama mundial por su perfecto equilibrio entre potencia, elegancia y carácter varietal. El valle del Maipo, en particular la zona del Alto Maipo, con sus terrenos aluviales al pie de los Andes, es reconocido por producir algunos de los mejores Cabernet del mundo, caracterizados por una extraordinaria finura aromática, una estructura imponente pero nunca excesiva y un evidente potencial de envejecimiento. Nuestra selección también destaca los coupages bordeleses, donde el Cabernet se combina con Merlot, Carmenère, Cabernet Franc y, en ocasiones, Petit Verdot, creando vinos complejos que combinan la precisión del Nuevo Mundo con la elegancia europea. En nuestra colección no faltan excelentes interpretaciones de otras variedades internacionales como la Syrah, que en las zonas más frescas como Casablanca y Leyda expresa notas especiadas y florales de gran finura, y la Pinot Noir, que en los últimos años ha encontrado expresiones sorprendentes en las regiones más meridionales y costeras del país.
