El oro blanco en la frontera con Italia
Entre los Alpes Julianos y el mar Adriático, Eslovenia alberga un extraordinario patrimonio enológico. La colección Tannico explora esta tierra fronteriza rica en milenaria historia vinícola, donde las tradiciones centroeuropeas y mediterráneas se fusionan creando vinos blancos de carácter único, a menudo vinificados con largas maceraciones que les confieren complejidad y una sorprendente capacidad de envejecimiento.
Las variedades protagonistas: autenticidad y territorio
La Rebula (Ribolla Gialla) destaca por su mineralidad y estructura, especialmente en los viñedos de Brda/Collio. La Malvasia Istriana expresa la aromaticidad mediterránea, mientras que el Sauvignon esloveno sorprende por su elegancia y complejidad. Completan el cuadro varietal el Pinot Bianco, el Chardonnay y la autóctona Zelen, cada uno de ellos intérprete perfecto de los diferentes microclimas que caracterizan esta pequeña pero diversa región vinícola.
Los maestros del blanco esloveno: tradición y vanguardia
La selección Tannico rinde homenaje a visionarios como Movia, símbolo de la viticultura natural en la frontera entre Italia y Eslovenia, y Marjan Simčič, maestro de la Rebula en Brda. No faltan las refinadas interpretaciones de Edi Simčič y las elegantes expresiones de Sutor, que representan la vanguardia cualitativa de una viticultura cada vez más reconocida a nivel internacional por la originalidad y la profundidad expresiva de sus vinos.