Entre el norte y el sur: dos almas, un gran río
El valle del Ródano, que se extiende a lo largo del imponente río que atraviesa el sureste de Francia, presenta una fascinante dualidad enológica. En el norte, en las empinadas laderas de Côte-Rôtie, Hermitage y Saint-Joseph, reina la Syrah, que aquí expresa toda su elegancia y complejidad con notas especiadas, florales y una estructura potente pero refinada. Al sur, en la región mediterránea de Châteauneuf-du-Pape y Gigondas, predominan las mezclas a base de Grenache, Mourvèdre y Cinsault, que dan lugar a vinos solares, generosos y ricos en aromas de fruta madura y garriga.
Un patrimonio de variedades de uva y terruños únicos
La riqueza del valle del Ródano reside en la diversidad de sus terruños: desde los suelos graníticos del norte hasta los famosos «galets roulés» (guijarros) de Châteauneuf-du-Pape.
Además de los potentes tintos, la región también ofrece fascinantes blancos elaborados con Marsanne, Roussanne y la aromática Viognier, que alcanza su máxima expresión en Condrieu. No faltan excelentes rosados, especialmente en la denominación Tavel, única appellation francesa dedicada exclusivamente a este tipo de vino, con vinos estructurados y complejos.
Tradición e innovación sostenible
Nuestra selección valora tanto a los productores históricos que conservan las técnicas tradicionales como a los nuevos talentos que han adoptado prácticas ecológicas y biodinámicas. Desde Domaine Chante Cigale, pasando por Patrick Lesec hasta Château de Manissy, proponemos un viaje a través de las diferentes expresiones de esta fascinante región vinícola, con etiquetas que combinan potencia y finura, ofreciendo una excelente relación calidad-precio tanto para los aficionados como para aquellos que desean descubrir el encanto inconfundible de los vinos del Ródano.