De norte a sur: un mosaico de territorios y tradiciones
Nuestra selección de vinos tintos lombardos representa un fascinante viaje a través de una de las regiones vitivinícolas más variadas de Italia, donde microclimas y terruños profundamente diferentes crean un mosaico enológico de extraordinaria riqueza. La Lombardía vinícola se extiende desde las empinadas terrazas alpinas de Valtellina, con sus elegantes Nebbiolos, hasta las suaves colinas de Oltrepò Pavese, reino de Barbera, Bonarda y Pinot Nero; desde las orillas del lago de Garda, con su microclima mediterráneo, hasta los terrenos morénicos de Franciacorta, pasando por las llanuras de Oltrepò Mantovano. Esta diversidad geológica y climática se traduce en estilos enológicos profundamente diferentes, pero unidos por un enfoque productivo que combina el respeto por la tradición y la búsqueda de la excelencia. Nuestra colección valora tanto a los productores históricos que han definido la identidad de las denominaciones lombardas como a la nueva generación de viticultores que está reinterpretando este patrimonio con sensibilidad contemporánea. Cada botella cuenta no solo la historia de una variedad de uva o un territorio, sino también la historia de una región donde la viticultura de calidad ha sabido mantener una fuerte identidad, resistiendo las tendencias homogeneizadoras y redescubriendo el valor de la biodiversidad autóctona.
Valtellina: el Nebbiolo alpino y la viticultura heroica
La joya enológica del norte de Lombardía es sin duda la Valtellina, donde el Nebbiolo (llamado localmente Chiavennasca) encuentra una de sus expresiones más elegantes y refinadas. En empinadas terrazas sostenidas por más de 2500 km de muros de piedra seca, a altitudes que rozan los 700 metros, nace un Nebbiolo con un perfil inconfundible, caracterizado por una extraordinaria finura aromática, taninos sedosos y una vibrante frescura que refleja la influencia alpina. Nuestra selección explora la riqueza de las diferentes subzonas (Sassella, Grumello, Inferno, Valgella y Maroggia), cada una con características pedoclimáticas distintivas que imprimen matices únicos a la variedad. Desde los Valtellina Superiore más inmediatos y afrutados, hasta los Sforzati, obtenidos mediante un secado parcial de las uvas que les confiere concentración y complejidad sin sacrificar la elegancia y la territorialidad. Se presta especial atención a las reservas de los mejores productores, vinos de extraordinaria longevidad que evolucionan durante décadas desarrollando fascinantes notas terciarias de especias, sotobosque y minerales. Nuestra colección celebra tanto las interpretaciones más tradicionales, con largas crianzas en grandes barricas de roble, como las versiones más modernas que apuestan por una mayor inmediatez y accesibilidad, ofreciendo así un panorama completo del potencial de este extraordinario terruño alpino.
Oltrepò Pavese: biodiversidad y carácter entre colinas y llanuras
El Oltrepò Pavese, tercera zona vitícola italiana por extensión, representa el otro gran polo de la viticultura lombarda, con un patrimonio varietal de extraordinaria riqueza. Nuestra selección realza las diferentes almas de este territorio, desde las colinas más altas, donde el Pinot Noir encuentra las condiciones ideales para expresarse tanto en tinto como en espumoso, hasta las zonas más cálidas, donde la Barbera y la Croatina (base del Bonarda) alcanzan la maduración perfecta. La Barbera dell'Oltrepò se distingue por su perfil afrutado, su característica acidez vibrante y una estructura media que la hace extremadamente versátil en la mesa. El Bonarda, producido principalmente a partir de la Croatina, representa la esencia de la tradición local con su carácter vivaz, sus notas de frutos rojos crujientes y esa ligera efervescencia que lo convierte en el compañero ideal de los embutidos de Pavia. Nuestra colección incluye tanto las versiones más tradicionales de estos vinos, que mantienen un fuerte vínculo con la cultura rural local, como las interpretaciones más ambiciosas, como las Reservas de Barbera y los Oltrepò Pavese Rosso, mezclas de diferentes variedades que pretenden expresar la complejidad del territorio. No faltan interesantes expresiones de variedades menos conocidas pero con gran personalidad, como la Uva Rara, la Vespolina y la Moradella, variedades autóctonas que algunos productores ilustrados están redescubriendo y valorizando.
De Franciacorta al Garda: pequeñas joyas entre dos lagos
Además de los dos grandes polos de Valtellina y Oltrepò, nuestra selección también explora las fascinantes expresiones de los tintos producidos en otras zonas vitivinícolas de Lombardía. Desde Franciacorta, famosa por sus espumosos, pero que también ofrece interesantes tintos de Cabernet Franc, Carmenère (llamado localmente «Bordolese») y Nebbiolo; hasta los vinos de Valcalepio, donde las mezclas de inspiración bordelesa encuentran una expresión territorial única gracias a los particulares suelos calcáreos de la zona. Desde el lago de Garda, con la denominación San Martino della Battaglia y sus interpretaciones de Groppello, Marzemino y Sangiovese, que se benefician del microclima mitigado por la presencia del lago; hasta los tintos de Mantua, con el característico Lambrusco Mantovano y las interpretaciones locales de Ancellotta y Merlot. Nuestra colección también incluye las raras producciones de denominaciones menores como Botticino, Capriano del Colle y Cellatica, pequeñas joyas enológicas que dan testimonio de la extraordinaria diversidad del patrimonio vitícola lombardo.
Los vinos tintos de Lombardía representan hoy en día una de las expresiones más interesantes y variadas del panorama enológico italiano, con una oferta que abarca desde los grandes vinos de envejecimiento de Valtellina, capaces de competir con los más célebres Nebbioli piamonteses, hasta los vinos más inmediatos y conviviales de Oltrepò, pasando por raras expresiones territoriales que merecen ser redescubiertas. Cada botella de nuestra selección cuenta no solo una variedad de uva o una técnica de producción, sino la esencia misma de un territorio donde la viticultura se ha desarrollado a lo largo de los siglos como expresión auténtica de diferentes culturas y tradiciones, creando un patrimonio de extraordinaria riqueza que hoy se valora con una renovada conciencia de calidad.