RICCI CURBASTRO

Dinastía noble originaria de Florencia, que se trasladó a Lugo di Romagna tras ser expulsada de la capital toscana a raíz de las guerras entre güelfos y gibelinos, los Ricci Curbastro son una familia de tradición agrícola desde el siglo XIII. Entre las diversas empresas que la familia gestiona actualmente se encuentra la bodega de Franciacorta "Ricci Curbastro" del mismo nombre, situada en el municipio de Capriolo, en la provincia de Brescia. Con una superficie de 32 hectáreas, de las cuales más de 27 están actualmente plantadas de vid, la bodega, fundada en 1895, es ahora una de las bodegas históricas de Franciacorta, y está dirigida por Riccardo Ricci Curbastro, agrónomo y enólogo, además de presidente de FederDoc, la asociación que agrupa a las denominaciones de origen de los vinos. En el viñedo, además de las variedades clásicas de Franciacorta, como el chardonnay, el pinot bianco y el pinot nero, hay también variedades de cabernet franc, merlot, cabernet sauvignon, carmenère y barbera. Aprovechando las excelentes exposiciones y los suelos muy adecuados para el cultivo de la vid, las viñas se cultivan con pleno respeto al medio ambiente y al ecosistema, de modo que las hileras se dejan con hierba, el sotobosque se limpia mecánicamente y las intervenciones de defensa se reducen al mínimo. El resultado es una cosecha de uvas finas y excelentes, cuyos racimos se procesan en la bodega combinando las tradiciones más antiguas con las tecnologías vinícolas más innovadoras. En continuidad con el pasado, la bodega Ricci Curbastro es una de las más dinámicas de toda Franciacorta, siempre activa en cuanto a experimentación y modernidad. El resultado de todo esto son vinos de gran armonía y gran profundidad gustativa-olfativa. Partiendo del "Gualberto" de dosificación cero, pasamos al Brut, al Extra Brut y al Satèn, luego al Rosé y al Demi Sec, hasta llegar a los vinos tranquilos de la denominación Curtefranca: las etiquetas que salen de la bodega Capriolo son extremadamente elegantes, cinceladas y caracterizadas por una agradabilidad que pocos vinos de Franciacorta consiguen tener.