BRAIDA

Ninguna otra bodega se identifica con una variedad de uva como Braida lo hace con la barbera. El trabajo que Giacomo Bologna ha llevado a cabo en las últimas décadas no tiene parangón y ha abierto el camino a toda una generación de viticultores que, después de él, comenzaron a trabajar con convicción en esta variedad hasta entonces poco apreciada. Se puede decir que fue el propio Giacomo Bologna, con el "Bricco dell'Uccellone" y otros vinos que han pasado a la historia de la enología italiana, quien dio la vuelta a las convicciones más comunes sobre el Barbera. Estudiando los suelos y las exposiciones, esperando su plena maduración y trabajándola lo mejor posible en la bodega, Giacomo Bologna pudo demostrar la calidad, la finura y, sobre todo, la longevidad que era posible alcanzar vinificando uvas de Barbera.
Hoy la bodega representa la imagen fiel de la filosofía de Giacomo, su forma de entender la vida, la tierra, el vino y las relaciones con los amigos. Sus hijos Raffaella y Giuseppe, ambos enólogos, constituyen la tercera generación de la familia "Braida", y están unidos por el sueño y el entusiasmo de hacer que Barbera continúe la conquista de la nobleza y la calidad iniciada por su padre.
Con más de sesenta hectáreas de viñedos, las hileras de la empresa se encuentran principalmente en la zona de Rocchetta Tanaro, a las que se han añadido a lo largo de los años las parcelas de Castelnuovo Calcea, Costiglione d'Asti, Mango d'Alba y Trezzo Tinella. Las uvas cultivadas y cosechadas en territorios muy aptos para la viticultura, se procesan en la bodega con la ayuda de las más modernas y sofisticadas tecnologías de vinificación, utilizadas siempre en el pleno respeto de las más antiguas tradiciones.
Es así como desde hace años la familia Braida es sinónimo de vino italiano en el mundo, gracias a etiquetas que, además de "Bricco dell'Uccellone", se expresan en nombres como "Montebruna", "La Monella", "Il Baciale'", "Bricco della Bigotta" y todos los demás. Vinos nacidos bajo el signo de la redención del Barbera, y hoy símbolo de la más alta excelencia enológica piamontesa e italiana.