VKA

Entre las muchas bebidas espirituosas, el vodka tiene un papel muy importante, tanto por sus raíces históricas como por su capacidad para establecerse hoy en día como un producto clave en las principales coctelerías y clubes del mundo. El vodka se elabora principalmente a partir de la destilación de cereales, pero también puede hacerse a partir de patatas, melaza u otras plantas. Sus orígenes se remontan a alrededor del año 1300, y su paternidad siempre ha sido objeto de disputa entre Polonia y Rusia, donde se han encontrado vestigios desde tiempos inmemoriales.
La marca VKA nació en la Toscana, más concretamente en los paisajes de los Apeninos de Mugello, donde los manantiales de agua cristalina sacian la sed de las extensiones de trigo dorado, cuando en 2013 cuatro emprendedores decidieron impulsar un proyecto con una clara impronta filantrópica, implicando directamente a los agricultores de trigo de la Toscana -el ingrediente básico del Vodka 100% italiano firmado VKA- en la creación de un producto del más alto nivel.
Una etiqueta, por tanto, fuertemente vinculada al territorio, que nace del uso exclusivo de dos simples materias primas, el trigo -trabajado estrictamente con prácticas de agricultura ecológica- y el agua de manantial procedente directamente de los Apeninos. El proceso de destilación se realiza en "cuatro columnas" de doble efecto en vacío continuo, mientras que la filtración final, en la que se utiliza agua pura de manantial, se realiza mediante carbón activo y desmetilación. Un Vodka que toma forma al escuchar el sonido del viento entre las mazorcas de maíz, y que llama la atención de los aficionados también gracias a una botella con una atractiva apariencia estética, hecha de vidrio transparente, que subraya la atención a la eco-sostenibilidad, también buscada en el envase, que utiliza un elegante envase de papel reciclado blanco, de gran impacto visual. Fresco y mineral, el VKA Vodka es perfecto para las distintas ocasiones en las que los cócteles son los protagonistas.