VAL D'OCA
Val d'Oca" es una de las marcas de la "Cantina Produttori di Valdobbiadene", fundada en 1952 y que abarca una zona que va de Asolo a Conegliano.
Situada en una zona geográfica caracterizada por una fuerte vocación vitícola, la empresa cuenta actualmente con más de quinientos socios, que corresponden a más de setecientas hectáreas de viñedos en total.
De hecho, estamos hablando de una de las principales realidades enológicas a nivel italiano. Números impresionantes, pero nunca sin los más altos niveles de calidad.
Todo comienza con la atención al territorio, que se demuestra no sólo a través de las prácticas agronómicas, sino también mediante una serie de actividades colaterales, como la cartografía de los distintos crus y los cursos de formación organizados para sus miembros.
En el viñedo, cada miembro de la bodega respeta al máximo el medio ambiente, la naturaleza, el ecosistema y la biodiversidad, y siguiendo unas normas estrictas y cuidadosas, las uvas que se recogen cosecha tras cosecha son sanas y no adulteradas, ricas y concentradas en todos los pequeños matices organolépticos.
El núcleo de esta gran realidad es, evidentemente, la variedad de vid glera, que constituye alrededor del 90% de las uvas procesadas.
En la bodega, aunque contamos con la más avanzada tecnología de vinificación, el principio básico está siempre orientado a alcanzar los más altos estándares de calidad posibles, de modo que cada operación está diseñada para realzar los vinos con todas las características varietales que expresan las uvas.
Empezamos con el Prosecco Superiore di Cartizze, luego pasamos al Valdobbiadene "Le Rive di Santo Stefano", continuando con el "Rive di San Pietro di Barbozza" y el Prosecco di Asolo, sin olvidar, por supuesto, todos los demás vinos tranquilos. Todas ellas son botellas que llevan el nombre de "Val D'Oca" en sus etiquetas, y que ofrecen ciertas garantías, dando brío y alegría sin medias tintas.
De hecho, estamos hablando de una de las principales realidades enológicas a nivel italiano. Números impresionantes, pero nunca sin los más altos niveles de calidad.
Todo comienza con la atención al territorio, que se demuestra no sólo a través de las prácticas agronómicas, sino también mediante una serie de actividades colaterales, como la cartografía de los distintos crus y los cursos de formación organizados para sus miembros.
En el viñedo, cada miembro de la bodega respeta al máximo el medio ambiente, la naturaleza, el ecosistema y la biodiversidad, y siguiendo unas normas estrictas y cuidadosas, las uvas que se recogen cosecha tras cosecha son sanas y no adulteradas, ricas y concentradas en todos los pequeños matices organolépticos.
El núcleo de esta gran realidad es, evidentemente, la variedad de vid glera, que constituye alrededor del 90% de las uvas procesadas.
En la bodega, aunque contamos con la más avanzada tecnología de vinificación, el principio básico está siempre orientado a alcanzar los más altos estándares de calidad posibles, de modo que cada operación está diseñada para realzar los vinos con todas las características varietales que expresan las uvas.
Empezamos con el Prosecco Superiore di Cartizze, luego pasamos al Valdobbiadene "Le Rive di Santo Stefano", continuando con el "Rive di San Pietro di Barbozza" y el Prosecco di Asolo, sin olvidar, por supuesto, todos los demás vinos tranquilos. Todas ellas son botellas que llevan el nombre de "Val D'Oca" en sus etiquetas, y que ofrecen ciertas garantías, dando brío y alegría sin medias tintas.
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