THE MACALLAN

Easter Elchies House, una mansión jacobita cuyos orígenes se remontan a 1700, es ahora el centro de producción de The Macallan, una de las marcas de whisky de malta más conocidas del mundo. Nos encontramos a orillas del río Spey, en Escocia, no muy lejos de la ciudad de Aberlour, para contar la historia de una destilería fundada en 1824 gracias al trabajo de Alexander Reid, un granjero local que dio a la empresa el nombre provisional de Elchies Distillery. Macallan pasó de mano en mano hasta que, en 1892, Roderick Kemp, un comerciante de vinos de Elgin y antiguo destilador de Talisker, la compró, la amplió y le cambió el nombre por el de Macallan-Glenlivet; el sufijo Glenlivet sólo se eliminó más recientemente, en 1980. Kemp consiguió que la destilería se expandiera continuamente en el mercado, logrando excelentes resultados en términos de ventas. En la actualidad, The Macallan cuenta con una finca de 158 hectáreas, 37 de las cuales están plantadas con cebada. Hacia mediados del siglo XX, la destilería pasó por un largo período de modernización, debido a la continua y creciente demanda del mercado, que hoy la convierte en el tercer productor mundial de Single Malts, con más de 500.000 cajas anuales vendidas en todos los rincones del planeta. El proceso de destilación se lleva a cabo prestando atención a todos los detalles, y en él se utilizan nada menos que catorce pequeños alambiques de cobre de forma inusual para mantener los aromas concentrados. El proceso de producción es extremadamente meticuloso: sólo el 16% del destilado final se selecciona para convertirse en un producto Macallan. Los whiskies de roble fino de diferentes edades -desde los de 12 años, pasando por los de 18, hasta las etiquetas de 30 años- se alternan con ediciones limitadas y líneas especiales para crear una gama de productos que no deja de ser satisfactoria.