LA MADONNINA
La Madonnina abarca un total de más de 47 hectáreas en el lado occidental de la carretera de Bolgherese, en el corazón de la denominación de Bolgheri.
Desde hace años, Bolgheri es sinónimo de vino de altísima calidad, apreciado en todo el mundo y destino del enoturismo más exigente; es un lugar donde las laderas, antaño bosque, respiran la cálida brisa del mar, disfrutan del calor del verano y se refrescan a la sombra de los pinares milenarios y las hileras de cipreses.
En la finca de La Madonnina, hay un bosque para delimitar los cultivos; éste tiene su máxima extensión en la parte occidental de la finca y los viñedos ocupan principalmente la parte norte y occidental, mientras que los olivares se disponen principalmente en la parte sur.
Los viñedos, plantados en 2002, protegidos al oeste por la Macchia del Bruciato, cubren una superficie de unas 6 hectáreas y son todos contiguos, divididos únicamente por el camino blanco, adornado con cipreses, que conecta la casa solariega con el bosque. La Madonnina, que cuenta con 1 hectárea de Bolgheri DOC y 5 hectáreas de Toscana IGT, repartidas entre cabernet sauvignon, cabernet franc, merlot, syrah y una pequeña proporción de petit verdot, ha confiado la gestión del viñedo y la bodega al enólogo Riccardo Cotarella, mientras que la propiedad es de Konstantin Nikolaev.
Konstantin Nikolaev, nacido en Ucrania pero nacionalizado ruso, antiguo copropietario del grupo portuario y ferroviario N-Trans Group, se hizo con la propiedad de la finca La Madonnina hace unos años, con la firme intención de producir vinos capaces de competir no sólo con los mejores de la denominación, sino con la Toscana en su conjunto. Actualmente, los productos ""Opera Omnia"", ""Viator"" y ""La Madonnina"" forman parte del catálogo; El primero es un Bolgheri Superiore DOC, fuertemente ligado a la tradición, capaz de combinar la expresión del territorio de Bolgheri con una ineludible atención a la calidad; el segundo es un Toscana Rosso IGT, puro syrah, complejo, profundo y maravillosamente polifacético; el último, una mezcla de cabernet franc, syrah, merlot, cabernet sauvignon y petit verdot, debe considerarse el vino de entrada a la gama producida por La Madonnina.
Desde hace años, Bolgheri es sinónimo de vino de altísima calidad, apreciado en todo el mundo y destino del enoturismo más exigente; es un lugar donde las laderas, antaño bosque, respiran la cálida brisa del mar, disfrutan del calor del verano y se refrescan a la sombra de los pinares milenarios y las hileras de cipreses.
En la finca de La Madonnina, hay un bosque para delimitar los cultivos; éste tiene su máxima extensión en la parte occidental de la finca y los viñedos ocupan principalmente la parte norte y occidental, mientras que los olivares se disponen principalmente en la parte sur.
Los viñedos, plantados en 2002, protegidos al oeste por la Macchia del Bruciato, cubren una superficie de unas 6 hectáreas y son todos contiguos, divididos únicamente por el camino blanco, adornado con cipreses, que conecta la casa solariega con el bosque. La Madonnina, que cuenta con 1 hectárea de Bolgheri DOC y 5 hectáreas de Toscana IGT, repartidas entre cabernet sauvignon, cabernet franc, merlot, syrah y una pequeña proporción de petit verdot, ha confiado la gestión del viñedo y la bodega al enólogo Riccardo Cotarella, mientras que la propiedad es de Konstantin Nikolaev.
Konstantin Nikolaev, nacido en Ucrania pero nacionalizado ruso, antiguo copropietario del grupo portuario y ferroviario N-Trans Group, se hizo con la propiedad de la finca La Madonnina hace unos años, con la firme intención de producir vinos capaces de competir no sólo con los mejores de la denominación, sino con la Toscana en su conjunto. Actualmente, los productos ""Opera Omnia"", ""Viator"" y ""La Madonnina"" forman parte del catálogo; El primero es un Bolgheri Superiore DOC, fuertemente ligado a la tradición, capaz de combinar la expresión del territorio de Bolgheri con una ineludible atención a la calidad; el segundo es un Toscana Rosso IGT, puro syrah, complejo, profundo y maravillosamente polifacético; el último, una mezcla de cabernet franc, syrah, merlot, cabernet sauvignon y petit verdot, debe considerarse el vino de entrada a la gama producida por La Madonnina.
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