DOMAINE PAUL CHERRIER

El Domaine Paul Cherrier está situado en el pequeño y pintoresco pueblo de Verdigny, al noroeste de la ciudad de Sancerre, con vistas a la orilla izquierda del Loira. Al frente de la bodega se encuentra Stéphane Cherrier, digno representante de una nueva generación de jóvenes viticultores que están cambiando la fisonomía de Sancerre. De hecho, en comparación con su padre, Stéphane dedica mucho más tiempo al cuidado de los viñedos, todo ello en un esfuerzo por devolver el equilibrio a una denominación blanqueada por décadas de productos químicos y tratamientos sintéticos.
El viñedo de Stéphane está situado en una ladera, en un suelo rico en caliza kimmeridgiana, típica de Chablis y de la parte predominantemente occidental de Sancerre.
Este terruño produce vinos de increíble longitud, pureza y mineralidad; la cantidad de arcilla en los suelos varía en función de la altitud y puede, por tanto, dar lugar a vinos ricos y afrutados o, más bien, más lineales y minerales. En la actualidad, Stéphane cultiva 13 hectáreas, diez de las cuales están dedicadas a la Sauvignon Blanc y tres a la Pinot Noir, y si bien en los primeros años Stéphane solía vender la mayor parte de su vino y luego lo embotellaba bajo el nombre de otros bodegueros más famosos, ahora está plenamente comprometido con el cultivo de sus propias etiquetas.
Los vinos de Stéphane no son básicamente objeto de ninguna manipulación importante; son finos, delicados y, al mismo tiempo, con un carácter claro y definido. Entre otros, el Sancerre Blanc y el Sancerre Blanc Cuvée ''Philippa'' merecen una mención especial. El primero, producido a partir de uvas cultivadas en suelos ricos en arcilla y piedra caliza, es envejecido durante 10 meses en acero inoxidable antes de salir al mercado; muy fresco, vivo y de nervio uniforme, asegura un trago suave y satisfactorio. El Sancerre Blanc Cuvée ""Philippa"", por su parte, procede de uvas cultivadas en una única parcela; marcado por notas de pera y manzana maduras, notas cítricas y tonos de miel de acacia y heno, madura en madera y es un vino de agradable complejidad, fresco y agradablemente mineral, con un final largo y armonioso.