CANTINE SANT'AGATA

La familia Cavallero tiene una historia de producción de vino que se remonta a más de 100 años. A principios del siglo XX, se trasladaron a Moncalvo, en el Piamonte, en la provincia de Asti. Aquí, en las colinas de Scurzolengo, comenzó el negocio del vino, que inicialmente se vendía a granel, luego en garrafas y finalmente se embotellaba. Pero el destino de la familia Cavallero se selló sobre todo cuando, en el cercano pueblo de Castagnole Monferrato, el párroco de la época, Don Giacomo Cauda, empezó a hacerse famoso por el vino que producía, el Ruché di Castagnole Monferrato, hoy uno de los más renombrados de todo el Piamonte. Era el final de la década de los 70, y a raíz del éxito de Don Giacomo y su vino, la familia Cavallero también optó por arrancar una hectárea de Barbera para plantar la cepa que hizo famosa el cura. Desde entonces, la expansión de la empresa ha sido constante y continua, se construyó una nueva y moderna bodega, en 1987 se concedió a Ruché la denominación de origen controlada, y hoy en día Ruché es la variedad de uva en la que la empresa de la familia Cavallero basa más su éxito y su fama. Mientras tanto, lo que se ha dado a conocer como Cantine Sant'Agata -así llamada porque frente a la bodega una familia adinerada, por gratitud, erigió una pequeña piedra votiva dedicada a Santa Ágata- es dirigida ahora por los hermanos Claudio y Franco, que se dedican a gestionar las doce hectáreas de viñedos, donde, además de Ruché, hay otras variedades autóctonas, como Nebbiolo, Grignolino, Barbera y Moscato. Entre las hileras de vides, las plantas se cultivan respetando plenamente el entorno y el ecosistema, y en la bodega cada paso de la producción está destinado a potenciar lo que la estación y el territorio han conseguido expresar en el fruto. Así nacen etiquetas que, si hablamos sólo de Ruché, responden a nombres como "Pro Nobis", "'na vota", "Il Cavaliere", "Genesi" y "9.99", que junto a los demás vinos conforman una gama de absoluto nivel, territorial y precisa, expresión sincera de la mejor enología piamontesa.