BONASI

Valor, intuición y profesionalidad: estas son las tres palabras clave que lo resumen todo. Tres palabras clave que cuentan la historia del nacimiento y crecimiento de un proyecto que comenzó a la sombra de la cúpula florentina de Brunelleschi y terminó con las formas y líneas del David de Miguel Ángel Buonarroti.
Sigamos los pasos en orden, empezando por la elección de la marca Bonasi -que se inclina favorablemente hacia el mundo de los grandes vinos y licores antes de ser una marca de éxito- para apoyar a todos los jóvenes destiladores de mayor talento, un poco como hizo Lorenzo Il Magnifico en la Florencia del Renacimiento.
Así es como se logró la monumental hazaña, después de superar muchos retos y hacer muchos intentos. Así tomó forma la ginebra "David", un destilado de valor incomparable, con un sabor sublime y una claridad y ligereza inigualables.
Utilizando el agua de los manantiales más claros y puros de la Toscana, y añadiendo después alcohol vínico, lo que completa el cuadro son los botánicos, es decir, los elementos que, tras ser destilados con alcohol vínico, han aromatizado la ginebra "David", dándole un carácter único e inimitable.
Una ginebra elegante y refinada, que fascina por sus aromas, entre los que se encuentra el inconfundible recuerdo del iris, no en vano un símbolo de la propia Florencia. Un claro recuerdo floral que, sin embargo, también da pie a la leyenda ligada al vino, según la cual se dice que incluso en los más grandes vinos toscanos el toque de prestigio lo da una inocente adición de raíces de iris durante la fermentación del mosto.
Entre la historia y la leyenda, el Gin "David" es una realidad, un destilado que mejor que ningún otro Spirits rinde homenaje a la más alta excelencia toscana, como incluso el propio Miguel Ángel consiguió hacer con su David de mármol.