TENUTA DI ARTIMINO
Propiedad de la familia Olmo desde los años 80, la finca Artimino está situada en el corazón de la Toscana, precisamente en Carmignano, en la provincia de Prato. Aunque la historia moderna de la finca se remonta a hace poco más de treinta años, los orígenes de Artimino son muy antiguos, primero como un importante centro etrusco, luego como un renombrado pueblo medieval y, finalmente, como el refugio favorito de la familia Medici, elegido para la construcción de una de sus famosas villas de campo, Villa La Ferdinanda.
En la actualidad, la Tenuta di Artimino sigue manteniendo su prestigio como hotel y lugar de lujo, además de como bodega. Con una superficie de ochenta hectáreas de viñedos, la finca conduce sus viñedos de forma responsable y cuidadosa, respetando al máximo el equilibrio del ecosistema, el medio ambiente, la naturaleza y la biodiversidad, para cosechar uvas sanas, genuinas, concentradas y ricas en sus más mínimos matices organolépticos.
Entre las hileras de vides, las variedades más comunes son las de Sangiovese y Cabernet Sauvignon, flanqueadas también por otras variedades como Trebbiano, Chardonnay, Riesling, Sauvignon Blanc, Merlot, Syrah, Malvasia y San Colombano. En la bodega, bajo la dirección enológica de Filippo Paoletti, todo comienza con la selección de uvas del más alto nivel, que se procesan de forma escrupulosa y cuidadosa, tratando de respetar las tradiciones locales más arraigadas y, sobre todo, intentando potenciar todo lo que la estación y el territorio han sabido moldear en las uvas.
Así es como las etiquetas "Artimino 1596" cobran vida. Desde el Carmignano Riserva "Grumarello" hasta el Carmignano Docg Poggilarca, desde el Chianti Montalbano hasta el Rosato "VIn Ruspo", desde el Barco Reale Docg "Ser Biagio" hasta el "Centocamini", desde el "Artumes" hasta el Vin Santo del Chianti, el Vin Santo di Carmignano y el Vin Santo Occhio di Pernice: son todas botellas que identifican la más bella y mejor Toscana en materia de vinos, con dos importantes denominaciones, el Carmignano Docg y el Chianti Docg.
En la actualidad, la Tenuta di Artimino sigue manteniendo su prestigio como hotel y lugar de lujo, además de como bodega. Con una superficie de ochenta hectáreas de viñedos, la finca conduce sus viñedos de forma responsable y cuidadosa, respetando al máximo el equilibrio del ecosistema, el medio ambiente, la naturaleza y la biodiversidad, para cosechar uvas sanas, genuinas, concentradas y ricas en sus más mínimos matices organolépticos.
Entre las hileras de vides, las variedades más comunes son las de Sangiovese y Cabernet Sauvignon, flanqueadas también por otras variedades como Trebbiano, Chardonnay, Riesling, Sauvignon Blanc, Merlot, Syrah, Malvasia y San Colombano. En la bodega, bajo la dirección enológica de Filippo Paoletti, todo comienza con la selección de uvas del más alto nivel, que se procesan de forma escrupulosa y cuidadosa, tratando de respetar las tradiciones locales más arraigadas y, sobre todo, intentando potenciar todo lo que la estación y el territorio han sabido moldear en las uvas.
Así es como las etiquetas "Artimino 1596" cobran vida. Desde el Carmignano Riserva "Grumarello" hasta el Carmignano Docg Poggilarca, desde el Chianti Montalbano hasta el Rosato "VIn Ruspo", desde el Barco Reale Docg "Ser Biagio" hasta el "Centocamini", desde el "Artumes" hasta el Vin Santo del Chianti, el Vin Santo di Carmignano y el Vin Santo Occhio di Pernice: son todas botellas que identifican la más bella y mejor Toscana en materia de vinos, con dos importantes denominaciones, el Carmignano Docg y el Chianti Docg.
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