La Maison Anselmet es una explotación familiar fundada recientemente, en 2001, pero cuya propiedad tiene una historia vinícola muy antigua que permite mirar hacia atrás varios siglos. Las pruebas de la proximidad de los Anselmet al mundo rural se remontan a 1585, cuando el nombre de uno de sus antepasados aparece en un contrato de compra de un viñedo. Desde entonces, de generación en generación, la pasión por el mundo del vino llegó a los años 70, cuando Renato Anselmet decidió empezar a producir no sólo para su propio consumo, sino para dar vida a una verdadera realidad comercial, capaz de promover los vinos Valdostan en toda Italia. De las primeras 70 botellas producidas en 1978 se ha pasado a unas 100.000 en la actualidad, creadas bajo la atenta mirada del hijo de Renato, Giorgio, con la inestimable ayuda del gran Beppe Caviola, enólogo de referencia en el panorama vinícola italiano. Las "3T" en las que se basa la filosofía de la empresa son la tradición, la técnica y la tecnología: futuro y pasado se entrelazan en una sola entidad, para garantizar que los viñedos, repartidos en 10 hectáreas desde Morgex hasta Chambave y parcialmente incluidos en la única denominación regional, la DOC Valle d'Aosta, puedan expresarse en todo su potencial. Se cultiva una gran variedad de uvas blancas y tintas -petit rouge, fumin, merlot, cornalin, pinot noir, mayolet, sirah, chardonnay, petite arvaine, pinot grigio, chambave muscat, muller thurgau, gewurztraminer y riesling-, un verdadero rompecabezas de uvas capaz de crear una gama de vinos muy expresivos. Etiquetas diferentes, distintivas y con identidad, entre las que destacan la Torrette, Le Prisonnier, La Touche y otras muchas botellas que, cosecha tras cosecha, son cada vez más populares, como demuestran los diversos premios nacionales e internacionales que han obtenido recientemente.
