AERSTONE

No es fácil rastrear el origen exacto del Whisky: la historia de este destilado de cereales es muy antigua y está envuelta en un halo de misterio y leyendas, empezando por la paternidad de su invención, que sigue siendo motivo de disputa entre Irlanda y Escocia. Lo cierto es que la palabra Whisky deriva del gaélico "uisge", término que indica el agua de la vida, y que nació en ambientes monásticos, con fines curativos y terapéuticos; precisamente por eso los monjes escoceses e irlandeses han transmitido la receta durante muchos siglos. También está vinculada al entorno monástico una antigua leyenda que atribuye su nacimiento a San Patricio, patrón de Irlanda, y que daría a la isla la paternidad del invento. De hecho, el primer registro oficial de esta agua de vida procede de Escocia y se remonta a 1494: un documento del Registro de Cuentas escocés que menciona un lote de malta dirigido a un monje llamado John Corr. Sea cual sea su origen, fueron los escoceses los primeros en comercializar seriamente el whisky y convertirlo en una fuente de ingresos. Entre las diversas empresas que se dedican a su producción en la actualidad, un papel importante lo desempeña, sin duda, William Grant & Sons, una empresa familiar escocesa que aún dirigen los descendientes del fundador, que ahora llevan el apellido Gordon. También conocida como W. Grant & Sons o, simplemente, Grant's, es el tercer productor mundial de whisky escocés y tiene su sede en el Strathclyde Business Park de North Lanarkshire.
Entre las diferentes marcas producidas -además de Glenfiddich- destaca Aerstone, una marca lanzada en 2018 y que ya está en el mercado con dos productos muy interesantes, ambos estrictamente Single Malt, el "Land Cask" y el "Sea Cask". Dos destilados diferentes, pero capaces de satisfacer el paladar de todos los aficionados al whisky escocés.