GIOVANNI CANONICA

Giovanni Canonica es un viticultor, propietario de unas cuantas hectáreas en Barolo y Grinzane Cavour; un hombre con un alma genuina, la antítesis perfecta de la retórica que a menudo se cierne sobre el mundo del vino, Giovanni se interesa exclusivamente por una viticultura de fondo, de la que obtiene vinos auténticos, alejados de cualquier artificio. Sus tierras se cultivan casi exclusivamente con nebbiolo, a excepción de una pequeña parcela de barbera, y aunque no hay certificación oficial, Giovanni no desbroza ni utiliza productos sintéticos en sus viñedos, sino sólo cobre y azufre, siguiendo así la tradición vitivinícola del pasado. También en la bodega, por supuesto, la vinificación es cuidadosa y prudente; la fermentación se realiza con el uso exclusivo de levaduras autóctonas, sin aditivos ni control tecnológico de la temperatura, y la crianza se realiza en barricas de roble de Eslavonia.
Giovanni, como siempre se empeña en señalar, utiliza el sentido común en la viña y en la bodega, no está muy apegado al concepto de certificación y es un hombre generoso e incansable, acostumbrado a pensar por sí mismo.
Su empresa produce unas 7.000 botellas al año, que se agotan muy rápidamente y acaban siendo inalcanzables, también porque Giovanni quiere mantener el precio de sus vinos bajo, para que todo el mundo pueda permitirse beber un Barolo de excelencia. Las etiquetas de los vinos de Giovanni, escritas a bolígrafo y sin florituras, sirven además para contar el camino de pureza que sigue su productor, el mismo que en los años en que se utilizaban botellas de vidrio pesadas y altas, embotellaba con las más baratas y ligeras.
Según Giovanni, sus etiquetas invitan a concentrarse en el contenido de las botellas y a disfrutarlas sin adornos innecesarios; la exhortación pretende, por tanto, ser directa y sincera, al igual que el productor.