RODANO

La Fattoria Rodano, como granja, ha sido propiedad de la familia Pozzesi desde principios del siglo XX; la primera persona que emprendió la transformación de la finca en un negocio de cultivo de vino y aceitunas fue Carlo Pozzesi. Creciendo entre Castellina, Siena y Florencia, donde completó sus estudios de medicina, Carlo Pozzesi tenía un vínculo tan fuerte con su tierra natal que rechazó, en más de una ocasión, ofertas de trabajo que, aunque tentadoras, le habrían llevado lejos de su ciudad natal. En 1968, Carlo legó la explotación a sus dos hijos, Vittorio y Franca, que comenzaron a ocuparse de ella con gran empeño, transformándola en un lugar altamente especializado en la producción de vino. En 1986, Vittorio, que ya era ingeniero jubilado, se convirtió en agricultor activo, siguiendo todas las fases de producción de la empresa y, más tarde, en 1994, pasando a ser también presidente del Consorcio dell'Olio e del Vino Chianti Classico. En la actualidad, la finca está dirigida por el hijo de Vittorio, Enrico Pozzesi, quien, tras completar sus estudios universitarios de agricultura, se apasionó tanto por la enología que acabó pasando horas y horas en el laboratorio de Giulio Gambelli, una de las personas que más influyó en la gran enología toscana. Enrico sigue sus enseñanzas con admiración y devoción y, convencido de que el vino debe ser la consecuencia o más bien el reflejo de la uva de la que procede, en su empresa trata de respetar las relaciones existentes entre las entidades Vid-Vena-Vino; Para ello, respeta el trazado natural y original de los viñedos, abona o interviene en la viña con productos no invasivos, no añade levaduras seleccionadas ni aditivos durante la fermentación, no utiliza tecnologías que puedan alterar la composición del mosto y utiliza barricas grandes y tiempos de crianza largos, para que el vino pueda alcanzar su madurez natural sin necesidad de clarificación ni filtración.

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