Cantine Ceci

"Fue en los años 30 -1938 para ser exactos- cuando Otello Ceci, un famoso hostelero de la baja provincia de Parma, se dio cuenta de que en su pequeña trattoria, los clientes apreciaban tanto los embutidos tradicionales como el Lambrusco que producía con sus hijos, comprando la uva a los agricultores locales y sirviendo después el vino. Desde entonces, cuando los hijos de Otello, Giovanni y Bruno, eran aún niños, año tras año, temporada tras temporada, nunca se faltó a la cita con el ritual de la vendimia y la elaboración del vino, y pronto se convirtió en la actividad principal de Otello y sus hijos, hasta el punto de que los casi cuatrocientos viticultores de la zona empezaron a competir por vender lo mejor de su cosecha a la familia Ceci.
Aunque han pasado varias décadas, la empresa sigue firmemente en manos de los hijos y nietos de Otello, y es de sus mentes y manos que, a lo largo de los años, han salido a la luz algunos de los productos más apreciados del territorio, desde el legendario Lambrusco "Terre Verdiane" hasta el gran "Otello Nero di Lambrusco". Actualmente se producen más de dos millones de botellas al año: una cantidad enorme, que sin embargo es el resultado de la misma filosofía del pasado, por la que interpretando las tradiciones territoriales más antiguas, sin desvirtuarlas nunca, cobran vida algunos de los vinos más simbólicos de todo el panorama vinícola emiliano. Pero ahí no acaba la historia: la inteligencia y la clarividencia de las nuevas generaciones que toman las riendas de la empresa ha sido tal que han conseguido no sólo elevar el nivel de calidad del producto, sino también transmitir la imagen del Lambrusco mediante un envase inconfundible y atractivo.
Así nació el mito de Ceci, hoy sinónimo de Lambrusco de calidad. Recientemente, una colaboración con el Birrificio del Borgo di Rieti ha llevado a la producción de una línea de cervezas artesanales, re-fermentadas con las levaduras del Lambrusco.
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