HIRUZTA

La Bodega Hiruzta no es sólo una bodega: es el sueño de toda una vida, que la familia Rekalde ha conseguido realizar creando no sólo una bodega, sino una realidad basada en una filosofía precisa, muy cercana a la doctrina epicúrea, orientada a conseguir el equilibrio de los elementos y la tranquilidad del espíritu. Así, como amantes del txakoli, un vino blanco típico producido en el País Vasco de España, los miembros de la familia Rekalde se han embarcado en un viaje para recuperar los procesos de trabajo originales utilizados para transformar la uva Hondarrabi Zuri, una variedad de uva blanca que se encuentra en el noroeste del país. En Hondarribia, uno de los lugares más bellos del País Vasco, se encuentra la Bodega Hiruzta, fundada poco después de la creación de la denominación de origen Getariako Txakolina. Hacia finales de la primera década del 2000, en 2007 para ser exactos, la bodega comenzó a plantar sus propios viñedos, que dieron sus primeras etiquetas en 2011. Un año después, en 2012, la bodega ya se había consolidado como un referente indiscutible en la zona de Hondarribia. Entre las hileras de vides, aprovechando las exposiciones óptimas, el cuidado es maniático, y con el máximo respeto por el entorno, la naturaleza y el ecosistema, el objetivo final es siempre cosechar uvas puras, valiosas y concentradas en todos sus matices organolépticos. En la bodega, las uvas de las once hectáreas de viñedos de la finca se procesan e interpretan para exaltar y potenciar lo que la estación y la tierra han podido expresar en el fruto. De este modo, cobran vida las etiquetas típicas y tradicionales, fiel reflejo de una zona geográfica en la que siempre ha existido la viticultura y que hoy, gracias también al trabajo de entidades como la Bodega Hiruzta, se redescubre bajo el signo de una historia milenaria.