CANTINOTECA DEI PROLO

En el Piamonte, a pocos kilómetros al noroeste de la ciudad de Novara, encontramos la denominación de origen controlada "Fara". No estamos lejos de la frontera con Lombardía, en una zona que siempre ha sido muy adecuada para la viticultura, y tradicionalmente dedicada en particular a la producción de vinos tintos. No es casualidad que el reglamento de la DOC "Fara" regule la producción de vinos exclusivamente a base de Nebbiolo, Vespolina y uva rara, esta última también conocida como "bonarda novarese". Este es el escenario en el que opera la bodega "Cantinoteca dei Prolo", una empresa familiar que siempre ha estado fuertemente arraigada a su territorio. De hecho, fue a finales del siglo XIX cuando Giuseppe Prolo, conocido como "Cràvin", bisabuelo del actual propietario de la bodega, inició su propio negocio como viticultor, impulsado por la profunda pasión y el amor que siempre había sentido por su tierra natal. En medio de mil dificultades y vicisitudes, e incluso después de la Segunda Guerra Mundial, el negocio iniciado por Giuseppe Prolo pasó a sus hijos Emilio y Carlo. Los dos hermanos, al hilo de la favorable coyuntura económica, consiguieron aumentar considerablemente la producción, adquiriendo nuevas parcelas, cada una de ellas identificada con antiguos nombres locales, casi como si se tratara de verdaderos crus de Borgoña: "l'ochera", "al mot dal bataru", "lo snori", "al mutin", "la valfantin" y de nuevo "l'olinda", "lo scurgun", "il vojabursi" y por último "la vigneta" y "la vignagrosa". Así llegamos a los años ochenta, cuando nos encontramos con Flavio Prolo al frente de la empresa familiar, que llevará las riendas de la compañía hasta el final del milenio, para luego ceder el testigo a su hijo Christian. Así, de padres a hijos, de generación en generación, la Cantinoteca dei Prolo es hoy una bodega moderna que, sin embargo, mantiene un fuerte vínculo con el territorio, produciendo algunos de los vinos más expresivos de toda la zona de Novara.