ARICI

Fue a finales de los años noventa cuando Andrea Arici, con poco más de veinte años, decidió recuperar unos antiguos viñedos en terrazas, abandonados durante años, en el municipio de Gussago, en el límite norte de la denominación de origen Franciacorta. Los primeros frutos de un largo y duro trabajo, realizado con su padre, vieron la luz con la cosecha de 2002, cuando una pequeña parte de ese viñedo se destinó a la producción de una modesta cantidad de vino, apto para convertirse en Franciacorta. Unos meses más tarde, el propio Andrea, asistido por sus socios en esta aventura, Nico Danesi y Giovanni Arcari, definía la cata de aquellas primeras bases de espumosos como "realmente emocionante, la sapidez y la mineralidad parecían fundirse con esa espina dorsal gorda y elegante, que ni siquiera pensaba en abandonar la lengua y el paladar". Así nació el proyecto Colline della Stella, con menos de mil botellas. Una idea que hoy se ha convertido en una sólida realidad gracias a una producción de gran carácter. Los vinos de Colline della Stella Franciacorta son, en efecto, espumosos tensos y elegantes, siempre marcados por una mineralidad viva y una expresión vivaz con pocos iguales. Estos vinos son ideales para los amantes de los métodos clásicos más puros, que no se esconden detrás de una suavidad fácil.