ACQUABONA
No se puede hablar de viticultura en la isla de Elba sin hablar de "Acquabona".
Establecida en los años 50, "Acquabuona" es una realidad vitivinícola que encuentra su lugar en la "Fattoria di Acquabuona", que se remonta a las primeras décadas del siglo XVIII y que se llama así por la presencia de una fuente de agua dulce que siempre ha sido un bien precioso para los isleños. Estamos a medio camino entre Porto Azzurro y Portoferraio, en el lado que da al Golfo de Portoferraio.
Fundada como una explotación que se dedicaba tanto a la viticultura como al cultivo de cereales y forraje para la ganadería, la explotación se relanzó en los años 80, cuando dio un gran salto después de que tres agrónomos decidieran comprarla para potenciar ante todo el aleatico. Este fue el comienzo de un camino hecho de sacrificios pero sobre todo de éxitos, que ha llevado a la bodega "Acquabuona" a la cima de la producción de vino en la isla de Ebla y más allá.
Las aproximadamente 15 hectáreas de viñedos se gestionan con el máximo respeto al medio ambiente, a la naturaleza, al ecosistema y a la biodiversidad, por lo que cada elección agronómica en las hileras es sagaz y cuidadosa, con el objetivo de que, de vendimia en vendimia, las uvas sean sanas y directas, ricas y concentradas en cada mínimo matiz organoléptico. Además del Aleatico, se cultivan las variedades tradicionales toscanas de Sangiovese y Trebbiano.
En la bodega, la filosofía que se sigue no dista mucho de la que se aplica en el viñedo, de manera que, respetando siempre los más altos estándares de calidad, el objetivo principal es exaltar todas las peculiaridades de la materia prima, tratando de potenciar en los vinos todo lo que la estación y el territorio han podido plasmar en el fruto.
Al final, el resultado es simplemente extraordinario: los vinos etiquetados como "Acquabuona" son, ante todo, originales y únicos, expresión directa del territorio en el que nacen. Botellas que no deben perderse.
Establecida en los años 50, "Acquabuona" es una realidad vitivinícola que encuentra su lugar en la "Fattoria di Acquabuona", que se remonta a las primeras décadas del siglo XVIII y que se llama así por la presencia de una fuente de agua dulce que siempre ha sido un bien precioso para los isleños. Estamos a medio camino entre Porto Azzurro y Portoferraio, en el lado que da al Golfo de Portoferraio.
Fundada como una explotación que se dedicaba tanto a la viticultura como al cultivo de cereales y forraje para la ganadería, la explotación se relanzó en los años 80, cuando dio un gran salto después de que tres agrónomos decidieran comprarla para potenciar ante todo el aleatico. Este fue el comienzo de un camino hecho de sacrificios pero sobre todo de éxitos, que ha llevado a la bodega "Acquabuona" a la cima de la producción de vino en la isla de Ebla y más allá.
Las aproximadamente 15 hectáreas de viñedos se gestionan con el máximo respeto al medio ambiente, a la naturaleza, al ecosistema y a la biodiversidad, por lo que cada elección agronómica en las hileras es sagaz y cuidadosa, con el objetivo de que, de vendimia en vendimia, las uvas sean sanas y directas, ricas y concentradas en cada mínimo matiz organoléptico. Además del Aleatico, se cultivan las variedades tradicionales toscanas de Sangiovese y Trebbiano.
En la bodega, la filosofía que se sigue no dista mucho de la que se aplica en el viñedo, de manera que, respetando siempre los más altos estándares de calidad, el objetivo principal es exaltar todas las peculiaridades de la materia prima, tratando de potenciar en los vinos todo lo que la estación y el territorio han podido plasmar en el fruto.
Al final, el resultado es simplemente extraordinario: los vinos etiquetados como "Acquabuona" son, ante todo, originales y únicos, expresión directa del territorio en el que nacen. Botellas que no deben perderse.
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