Hugel

La bodega Hugel cuenta con un total de 25 hectáreas de viñedos, todos ellos situados en Riquewihr, un municipio francés de Alsacia conocido desde la Edad Media por la elegancia de sus vinos. Todo comenzó en 1639, cuando Hans-Ulrich Hugel decidió abandonar su Suiza natal y trasladarse a Alsacia, convirtiéndose en uno de los pioneros del vino de la región.

Con cerca de la mitad de las fincas clasificadas como Grand Cru, y comprando uvas a los mejores viticultores de la zona, la finca Hugel está dirigida actualmente por Jean-Philippe, Marc y Etienne, pertenecientes a la duodécima generación de la familia, y debe ser considerada una de las bodegas alsacianas más importantes, especialmente por la calidad de sus vinos. Entre las hileras, las viñas, que tienen al menos 30 años, no utilizan fertilizantes y los rendimientos se mantienen muy bajos para favorecer la calidad de la fruta. En la bodega, tras un ligero prensado, sólo se procesa el mosto, respetando los métodos más ancestrales y tradicionales, pero al mismo tiempo utilizando las más modernas tecnologías disponibles en el ámbito enológico.

Por último, el envejecimiento se realiza en salas subterráneas, donde los vinos reposan una media de al menos dos años. Exportadas a más de un centenar de países de todo el mundo, las etiquetas Hugel son uno de los símbolos indiscutibles de la mayor tradición vitivinícola alsaciana, y son el resultado de la firme filosofía de la empresa, basada en la idea de que "la calidad del vino ya está en la uva". Vinos de raro valor -los de la Maison Hugel- excepcionales por ser muy expresivos y fieles como pocos al terruño al que pertenecen.