Zanotelli

Cuando se habla del Valle de Cembra, hay que tener en cuenta una tradición y un patrimonio agrícola y cultural únicos no sólo en el Trentino. De hecho, se trata de una zona excepcional, caracterizada por sus empinadas laderas domadas por bellos y atrevidos bancales. Es aquí, entre las rocas que emergen de los prados, donde se fundó la Sociedad Agrícola Zanotelli: viticultores desde hace generaciones, obstinados en mantener viva una actividad productiva tan importante incluso en condiciones prohibitivas, los Zanotelli siguen de cerca todo el ciclo de la vid, con el objetivo de combinar este inmenso patrimonio de cultura y tradición con la innovación constante. Los vinos resultantes no pueden sino reflejar este camino, dando lugar a vinos de montaña, luminosos y elegantes en su dimensión más contemporánea. Las quince hectáreas de viñedos que posee están situadas a una altitud de entre 500 y 800 metros sobre el nivel del mar.
Entre las hileras, siguiendo normas agronómicas que respetan el medio ambiente, la naturaleza y el ecosistema, las plantas se crían con cuidado y meticulosidad para producir una fruta fina, pura y concentrada en todos sus matices organolépticos. Racimos que llegan a la bodega después de haber sido cuidadosamente seleccionados, luego procesados e interpretados para potenciar todo lo que la estación y la tierra fueron capaces de expresar en las uvas.
De la Müller Thurgau a la Pinot Grigio, de la Chardonnay a la Riesling, de la Kerner a la Manzoni Bianco, pasando por la Pinot Noir y la Lagrein, sin olvidar, por supuesto, la Schiava, históricamente la variedad de uva más cultivada y vinificada en la empresa, la bodega Zanotelli produce hoy una gama de 13 etiquetas diferentes, que comprende siete blancos, dos tintos, un Spumante Brut y un Rosé Metodo Classico, además de un Trento Doc y un Passito. Vinos que satisfacen todos los gustos y todos los paladares, y que al mismo tiempo transmiten la más auténtica esencia enológica del Val di Cembra.