Fleur du Cap

No se puede hablar de enología sudafricana sin hablar de Fleur du Cap, una de las bodegas más importantes de Sudáfrica. La empresa, que pertenece al grupo Distell -sin duda el mayor productor y distribuidor de vinos y licores de Sudáfrica- se fundó a finales de los años 60, después de que el Dr. Anton Rupert construyera la famosa bodega subterránea excavada en la montaña.
Tras la primera añada producida en 1968, Fleur du Cap ha seguido una trayectoria de rápido crecimiento y expansión, que ha dado lugar a una gama cada vez más amplia de etiquetas, en una continua búsqueda de la calidad, hasta el lanzamiento de los vinos sin filtrar en 1998.
Los vinos de Fleur du Cap reflejan fielmente la naturaleza del terruño y sus peculiaridades climáticas. Se producen a partir de variedades de uva internacionales, cultivadas históricamente en Sudáfrica desde las primeras colonizaciones, que se han aclimatado bien y son capaces de dar vida a expresiones de considerable interés cualitativo.
Todo comienza con el trabajo entre las hileras de vides, realizado según reglas agronómicas precisas, adoptadas con el máximo respeto al equilibrio del medio ambiente, la naturaleza, el ecosistema y la biodiversidad.
En la bodega, la filosofía adoptada no difiere mucho de la aplicada en el viñedo, y siempre sin olvidar los más altos estándares de calidad, cada paso de la producción, desde la vinificación hasta la crianza, desde el embotellado hasta el afinado, se lleva a cabo con el objetivo de exaltar y potenciar todo lo que la estación y el territorio han sido capaces de expresar en las uvas.
Fleur du Cap produce vinos con carácter y personalidad, elaborados con uvas seleccionadas, todas ellas procedentes de las zonas tradicionalmente mejor adaptadas. Del "Laszlo" a la "Series Privée", que incluye Cabernet Sauvignon, Merlot, Pinotage, Chenin Blanc, Chardonnay y Sauvignon Blanc, llegamos a la gama "Essence du Cap" y a la "Fleur de Vie": vinos que hablan de la Sudáfrica más bella en materia de enología.