Isimbarda

"Azienda Vitivinicola Isimbarda" se vincula y debe su nombre al de los Marchesi Isimbardi, la familia patricia lombarda que se convirtió en arrendataria de Santa Giuletta a finales del siglo XVII.
En el siglo XIX, Don Luigi Isimbardi, precursor de las técnicas vitivinícolas modernas y que amaba la finca Isimbarda tanto como su propio palacio de Milán, se dedicó a ella. El escudo nobiliario de la familia Isimbardi sigue siendo adoptado por la bodega Isimbardi, que desde 1991 es gestionada con pasión por Luigi Meroni, quien se ha empeñado en renovar los viñedos, respetando el impacto del paisaje dada la espléndida ubicación en el valle del Po rodeado de los Alpes, y cuidándolos no sólo para mantener una viticultura de calidad sino también para conservar intacto el territorio.
En este sentido, los viñedos mantienen un césped permanente que se cuida no sólo por razones estéticas sino también para evitar fenómenos de erosión del suelo que, además de reducir la fertilidad, pueden poner en peligro la estabilidad hidrogeológica de esta zona de colinas.
Luigi Meroni también ha supervisado la construcción de una bodega en la que la tecnología está exclusivamente al servicio de la calidad, para permitir que los vinos expresen plenamente el gran potencial y la versatilidad de las uvas y el terruño del Oltrepò Pavese.
El proyecto ha tenido en cuenta las diferentes exigencias de producción, siempre orientadas a la calidad, de vinos muy diferentes, que van desde el tradicional y vivaz bonarda hasta los tintos más importantes que requieren crianza en madera y los espumosos de método clásico en los que la pinot noir es la protagonista.
La finca Isimbarda abarca unas 36 hectáreas con viñedos en los municipios de Santa Giuletta y Mornico Losana. Los viñedos de las colinas, a una altitud de entre 200 y 350 metros sobre el nivel del mar, gozan de un microclima ideal para las vides tradicionales del Oltrepò Pavese.
En las zonas más soleadas y de menor altitud se cultivan uvas tintas: Barbera, Croatina, Uva Rara, Moradella (autóctona del Oltrepò), así como Merlot, que ha encontrado un suelo ideal. En las alturas tenemos la Pinot Noir, una uva que ha encontrado las condiciones ideales en el Oltrepò, mientras que las variedades de uva blanca están expuestas al este para minimizar los picos de temperatura. Una bodega gestionada con competencia y raro amor, cuyos frutos demuestran plenamente la gran pasión.
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