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Canard Duchêne

Naturalmente nobles, elegantes y preciosos, los champagnes Canard-Duchêne representan la simbiosis de un origen, una historia y un estilo inigualables e inconfundibles. Fundada en 1868, la Maison Canard-Duchêne está situada en Ludes, en el corazón del Parque Natural de la Montaña de Reims, probablemente la más prestigiosa de todas las regiones de Champagne. Se trata de una zona en la que se alternan y armonizan los viñedos y los bosques, compartiendo un mismo entorno y ecosistema, y dando cobijo a un gran número de animales salvajes. Con vistas al valle del Marne, la meseta del Monte de Reims es un terruño exclusivo en el que se intercalan suelos compuestos por tiza, arcilla, arena y piedra caliza, creando un escenario único que da lugar a la riqueza de un patrimonio enológico verdaderamente incomparable.
En este contexto, en la segunda mitad del siglo XIX, el tonelero Victor Canard conoció a Léonine Duchêne, miembro de una familia de viticultores. Se casaron en 1860, y unos años más tarde fundaron la Maison Canard-Duchêne, empresa independiente desde el momento de su fundación y que aún hoy forma parte de una familia tradicionalmente dedicada al cultivo de la vid y a la producción de Champagne.
Desde el principio, fue tal la fama y el blasón que acompañó al champán Canard-Duchêne que sus fundadores fueron reconocidos por la Casa Imperial de Moscú como dignos de lucir su escudo oficial. Así es como el águila bicéfala coronada, símbolo y emblema de la familia imperial rusa, adorna todas las etiquetas que salen de la casa Canard-Duchêne desde finales del siglo XIX. Ya sea Brut, Rosé o Blanc de Blancs, desde la "Cuvée Léonine" hasta el "Charles VII", entre la tradición, la originalidad y la autenticidad, los champagnes Canard-Duchêne mezclan notas afrutadas, intensidad y complejidad como pocos otros champagnes pueden hacerlo.