Ayama

Ayama Slent Farms está situada en la suave ladera sur de la montaña Perdeberg, con vistas panorámicas a través de cincuenta kilómetros de valle hasta Lion's Head, Signal Hill y Table Mountain, recientemente votada como una de las "Siete Maravillas Naturales del Mundo". Fundada en 1685 por Martin Pouisson, un refugiado francés víctima de la persecución religiosa, que decidió llamar a la granja con el nombre de "Slent", hoy la granja cuenta con una extensión de 170 hectáreas en el corazón de Sudáfrica. Desde 2005, Attilio y Michela, gracias a Chris y Judy New, han adquirido la propiedad de la finca y, ese mismo año, se comercializó el primer vino, llamado "AYAMA", palabra xhosa que significa "alguien en quien apoyarse". La empresa tiene una fuerte inversión filantrópica en la zona: Attilio y Michela se enamoraron de Sudáfrica durante un viaje y decidieron invertir en la finca con viñedos, huertos de ciruelas y peras, a los que recientemente se han añadido olivos. Las vides que se cultivan entre las hileras son tanto blancas como tintas, como chenin blanc, shiraz y pinotage, y desde 2012 se han plantado también varias hectáreas de viognier, garnacha blanca, garnacha negra, cariñena y petit syrah. En 2014 se plantó otra variedad de uva, la vermentino, concretamente un clon de Cerdeña que tuvo que esperar unos buenos seis años entre la cuarentena y el tiempo que tardaron las cepas en empezar a producir: el vino que nace de esta variedad, sin embargo, es ya un gran clásico de Ayama, y ha recibido varios premios. Ayama es una voz interesante dentro de la viticultura sudafricana, basada en la calidad y el respeto, la amistad y el trabajo en equipo; si a esto le añadimos la excelente calidad de los vinos producidos, entonces realmente vale la pena probar las etiquetas que provienen de este terruño.