Santa Cristina

Entre Siena y Perugia, en una alta colina toscana, se encuentra la ciudad de Cortona, rodeada de tranquilas llanuras y elegantes colinas. Es aquí donde se encuentra la bodega Santa Cristina, completamente renovada en 2006, 60 años después de su creación original en 1946. Santa Cristina es un nombre que, con el paso del tiempo, empezando justo después de la guerra, se ha convertido en un auténtico referente para los conocedores y amantes de los vinos de calidad.
Nos encontramos en un terruño cargado de historia, mencionado por numerosos escritores griegos y latinos como centro de buenos vinos a lo largo de varios siglos y épocas históricas. El origen del subsuelo se remonta al Mioceno inferior, Plioceno superior y Mioceno, y se caracteriza por la presencia de areniscas, esquistos y margas.
El cuidado y la atención siempre han caracterizado el trabajo de Santa Cristina en el viñedo, lo que representa el estímulo adecuado para la búsqueda de la innovación continua, en la que se comparan con éxito los varietales autóctonos e internacionales, dando lugar a una gama de etiquetas diferentes, desde el Rosato hasta el Spumante Brut Metodo Classico, desde el Vin Santo hasta el Chianti Superiore, pasando por la Fattoria Le Maestrelle y el Orvieto Classico "Campogrande", el excursus umbro de la bodega, pero caracterizado por un estilo común, que refleja el vínculo estrecho e inseparable entre el viñedo, el terruño y el trabajo del hombre.
El lugar en el que cobran vida las distintas botellas es la bodega de vinificación, resultado de un proyecto del estudio Hydea de Florencia, que se inauguró en 2006. La estructura arquitectónica es bella, moderna y cuidada para tener un bajo impacto en el entorno, donde es fácil seguir los procesos de producción de cada vino, hasta las salas de crianza y las líneas de embotellado. La tecnología y la búsqueda de la calidad se unen en la estela de la antigua tradición que siempre ha unido a Santa Cristina con su amor a la tierra.