Untitled-1

Rosa del Golfo

Desde hace más de dos siglos, la bodega Rosa del Golfo está arraigada en las mágicas y vírgenes tierras de Salento. Fue fundada por Leopoldo Calò, que comenzó a cultivar aquí una pequeña parcela de tierra con vides y olivos, produciendo vino y aceite, e inició la tradición familiar que ha continuado hasta hoy. Siempre dispuesta a aprovechar nuevas oportunidades comerciales y atenta a la apertura de nuevos mercados, la familia Calò pronto empezó a pensar en cómo hacer llegar su vino a un número cada vez mayor de personas. Con este fin, en los años 30 el nieto de Leopoldo, Giuseppe, decidió abrir una sucursal comercial en la provincia de Varese, en Albizzate, para distribuir los vinos de la familia en el norte y en Francia. 1963 fue el año en que Mino Calò se incorporó a la empresa, llegada que coincidió con la producción de la primera botella de rosado, llamada Rosa del Golfo. De hecho, un nombre tan poético se ajustaba perfectamente a la bondad del vino producido y representaba mejor los tonos que desprendía. Mino decidió cambiar el nombre de la empresa, seguro de que la impronta de la familia Calò habría permanecido en cualquier caso, con el objetivo de vincular su futuro al vino más conocido en Salento y en el resto de Italia, a ese producto cuyos colores y sabores eran el emblema perfecto y el manifiesto de la historia de la familia: había nacido Rosa del Golfo. La empresa, que nunca ha dejado de producir vinos de calidad, combinando a la perfección la tradición y la innovación, se dedica a la promoción de las variedades de uva autóctonas, en particular la Negroamaro y la Malvasia Nera Leccese; viñedos de los que proceden las uvas con las que se elaboran los vinos de Rosa del Golfo, en la estela de la continuidad y de una viticultura lo más natural posible, con bajos rendimientos por hectárea y un uso mínimo de pesticidas.