Radikon

Nombre fundamental para todo el movimiento italiano del vino natural, el de Stanko Radikon es un recorrido único por gran parte de la historia reciente de Collio. Oslavia, no lejos de Gorizia: aquí es donde todo cambia en lo que ha sido, y sigue siendo, una especie de gran laboratorio dedicado a las variedades de la zona y a sus métodos de vinificación. Un proceso que evolucionó con bastante rapidez: a finales de los años 80, con el desarrollo de la tecnología, se empezó a utilizar el acero para producir vinos de cosecha frescos y bebibles. Sin embargo, Stanko no creyó en este tipo de producción durante mucho tiempo y volvió a la madera que su padre ya había utilizado ampliamente, introduciendo las primeras barricas en la bodega. Sin embargo, en 1995 todo se revolucionó y se utilizaron grandes cubas troncocónicas, donde se iniciaron largas maceraciones de las uvas blancas. Esta técnica, utilizada por los agricultores de antaño para producir vinos resistentes a la oxidación, ha sido retomada y desarrollada progresivamente hasta nuestros días. Los vinos de Stanko, a menudo conocidos como "vinos de naranja", son el resultado de un enfoque radical, tanto en el viñedo como en la bodega. Entre las filas, las reglas son sencillas, casi esenciales: pocos racimos por planta, nada de productos sintéticos, sólo trabajo manual y vendimia sólo cuando la uva ha alcanzado la madurez óptima. En la bodega, los procedimientos son igual de sencillos: fermentación espontánea, sin tecnicismos y sin adición de anhídrido sulfuroso, ni siquiera durante el embotellado, luego años y años de maduración en barricas, y otros tantos de afinamiento en vidrio. De la Ribolla Gialla al "Jakot", del Merlot al "Oslavje", pasando por el Pinot Grigio y el "Slatnik", el resultado es prácticamente único, inimitable y extraordinario. Los vinos de Radikon son naturalmente naturales, vinos intemporales, vinos sin igual, vinos a los que es imposible resistirse.