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Girlan

En 1923, la unión de una veintena de viticultores dio lugar a la bodega Girlan, que toma su nombre del pueblo del mismo nombre en el Alto Adigio, Girlan, o Cornaiano. Estamos en la provincia de Bolzano, y hoy, algo menos de un siglo después, aquellos 23 viticultores se han convertido en unos 200 socios colaboradores, con una superficie total de viñedo de 220 hectáreas, incluyendo parcelas en las mejores zonas de Bassa Atesina y Oltradige. Dirigida por Helmut Meraner, Oscar Lorandi y Helmut Strumpflohner, la bodega ve crecer los viñedos de sus socios entre 250 y 550 metros sobre el nivel del mar, en suelos de composición mixta. Entre las hileras de vides se cultivan tanto variedades autóctonas como internacionales, en cada caso con pleno respeto al medio ambiente y al ecosistema. Los racimos de pinot noir, schiava, merlot, lagrein y cabernet sauvignon, así como de pinot blanc, pinot grigio, müller thurgau, gewürztraminer, chardonnay y sauvignon blanc, llegan a la bodega para ser procesados e interpretados sin desvirtuar nunca lo que la tierra y la estación han venido a expresar en el fruto. Durante la vinificación, la crianza y el afinamiento, bajo la dirección del socio y enólogo de la cooperativa, Gerhard Kofler, cada etapa de la producción se controla de forma constante y rigurosa, y aunque desde 2010 la bodega cuenta con unas instalaciones modernas y una tecnología vinícola de vanguardia, nunca se han dejado de lado las más antiguas tradiciones vinícolas locales. En definitiva, el resultado son vinos de una calidad impecable, nunca influenciados por las modas del momento o las tendencias comerciales, y plenamente respetuosos con su terruño de origen. Vinos como el "448 s.l.m.", el Schiava "Gschleier" producido a partir de viñedos centenarios, el Pinot Noir Trattmann Mazon Riserva, la Cuvée Flora o el Pasithea: etiquetas sencillamente excelentes, extraordinarias en todos los sentidos, ciertamente con un sabor típico y clásico, pero al mismo tiempo con gran personalidad.