Chiusa Grande
"Franco d'Eusanio, licenciado en Ciencias Agrícolas y ya asesor de varias bodegas, fundó la bodega Chiusa Grande en 1994; estamos en Nocciano, en la provincia de Pescara, en una región, los Abruzos, que últimamente está recibiendo cada vez más atención de los expertos en vino por la creciente calidad de sus productos.
Definido como "Vinosopher" y "Bioinnovador", Franco d'Eusanio siempre ha cultivado un gran interés por el mundo del vino ecológico, entendiéndolo no sólo como un amor y respeto por la naturaleza y el ecosistema, sino también como un redescubrimiento de la tradición. Producir un buen vino, que emocione al consumidor que lo prueba, también es posible sin depender del uso de la química y del beneficio exasperado.
Las fincas de la empresa Chiusa Grande están situadas en el interior de Pescara y tienen características diferentes: los suelos de Nocciano son arcillosos y ricos en oligoelementos; los de Cugnoli tienen una gran variedad de composición y diferentes exposiciones; los suelos de Civitaquana están situados en una colina de 350 metros, ricos en componentes arcillosos; en Loreto Aprutino una parte, arcillosa, arenosa y rica en elementos salinos, se cultiva el Montepulciano, mientras que en la parte con suelos más calcáreos se cultiva principalmente el Trebbiano; la finca de Cascanditella en cambio se caracteriza por fuertes oscilaciones térmicas y suelos arenosos.
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La bodega Chiusa Grande recoge sus productos en un rico catálogo: Desde los "Vinos de la Identidad" y los "Vinos del Territorio", versiones inmediatas y cotidianas de vinos clásicos de los Abruzos como el Montepulciano, el Trebbiano y el Pecorino, hasta la colección de "Vinosophia", Cerasuolo, Montepulciano, Pecorino, Trebbiano y Passerina, vinos autóctonos alejados de la moda y bajo la bandera de la autenticidad, pasando por productos de gran interés como los espumosos Metodo Classico D'eus, en versiones blanca y rosada, Natura Bianco y Natura Rosso, producidos sin sulfitos añadidos, y los ancestrales "Vini della Pietra", vinificados en las cubas de roca de Pietranico, como se hacía tradicionalmente hace años.
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