Hasta ahora, nuestra vuelta de Italia ha demostrado que cada región ofrece algo increíble, pero Emilia-Romagna se gana el premio en gastronomía. Al fin y al cabo, su capital, Boloña, la sede de la universidad más antigua del mundo, es conocida como la “Ciudad Grasosa”. Lasaña, tortellini, tagliatelle, salsa de carne, mortadela, vinagre balsámico, queso parmesano, jamón, todos vienen de esta meca italiana de buena comida. Acompaña cualquiera de estas delicias con un clásico Lambrusco, Pignoletto, Barbera o con un Sangiovese y será amor a primera vista.