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Ventisquero

"La bodega Ventisquero (la palabra, traducida del español, significa ""glaciar"") comenzó a producir vino en el año 2000. Bajo la dirección del enólogo Felipe Tosso, tras una cuidadosa búsqueda de los mejores suelos para la viticultura, la bodega se ubicó en la región del Valle del Maipo, donde se plantaron los primeros viñedos. Tres años después, la empresa comenzó a expandirse hacia el Valle de Casablanca y el prestigioso Valle de Apalta; de los viñedos ubicados en estas zonas, se producen hoy los vinos de alta gama de la bodega Ventisquero. Hoy la empresa tiene viñedos propios en todas las regiones vitivinícolas más prestigiosas de Chile: en el Valle del Maipo, en Lolol, en Casablanca, en Colchagua y en Leyda. Felipe Tosso, máximo responsable de Ventisquero, trabaja en equipo con Alejandro Galaz, responsable de los vinos blancos, y Sergio Hormazábal, que se incorporó a la empresa en enero de 2009 y pasó a ser responsable de los vinos tintos.
Ventisquero emplea a unas 200 personas a tiempo completo (la producción es de unos 1,2 millones de botellas al año). Cada vez son más las personas llamadas a trabajar durante el periodo de cosecha, que dura algo más de tres meses, desde mediados de febrero hasta finales de mayo. La empresa mantiene una estrecha relación con sus empleados y la comunidad circundante, y participa activamente en varios proyectos en escuelas primarias y secundarias, cuyo objetivo es educar a los niños sobre cómo dirigir una empresa sostenible y preservar el medio ambiente. La bodega trata de minimizar el impacto de sus actividades en el equilibrio ecológico de las zonas en las que se encuentran sus viñedos mediante técnicas como la utilización de variedades de uva adaptadas a diferentes tipos de suelo, la aplicación de medidas para minimizar la erosión del suelo y el uso de sistemas de riego cuidadosamente controlados para ahorrar agua. Las aguas residuales de la bodega se reciclan y se utilizan para regar los viñedos. Los tallos se utilizan para el compost que abona los viñedos. El 80% de los productos sólidos generados por la actividad de la bodega se reciclan, incluyendo cartón, vidrio y plástico. Ventisquero es la primera bodega chilena que adopta medidas voluntarias para compensar las emisiones de CO2 generadas por el transporte de sus vinos. La empresa también ha adoptado un programa para reducir el peso de sus botellas en un 12%. Todas estas medidas adoptadas por la empresa demuestran que aspira a una producción que, en el futuro, pueda ser 100% sostenible desde el punto de vista medioambiental. "