Palazzo Tronconi

El Palazzo Tronconi se encuentra en las afueras de Roma, en la actual Ciociaria; en la finca se cultivan las antiguas cepas de Arcesi, como Lecinaro, Maturano Nero, Pampanaro, capolongo y Maturano Bianco, en equilibrio con los ritmos naturales y según los dictados de la agricultura biodinámica. El Palazzo Tronconi se inspira en una tradición vitivinícola milenaria para dar vida a los mismos vinos que siempre se han producido en los valles de Tramonti: vinos austeros y genuinos como los que los habitaron, vinos de intensos colores ambarinos como el sol que siempre los ha acariciado. El trabajo del hombre sigue así la voluntad de la naturaleza, protegiendo la imperturbabilidad del equilibrio rural; el vino no es sólo un producto de la naturaleza, sino la historia del trabajo de quienes han dedicado su vida al amor a la tierra. En el Palazzo Tronconi seguimos el aliento de la tierra, la estación de las lluvias y el tiempo del sol para recuperar el mejor equilibrio entre la acción del hombre y los ciclos de la naturaleza; miramos el suelo como un verdadero organismo vivo y, como tal, lo respetamos, siguiendo sus ritmos y necesidades. La producción de vino implica la eliminación del mayor número posible de elementos perturbadores: escarda química, fertilización química, adiciones y estabilización forzada en la bodega. La sensibilidad, la pasión y el amor por la tierra son los principios inspiradores de una producción de vino que pretende recuperar los beneficios que la naturaleza siempre ha ofrecido de forma gratuita; se trata, sin duda, de un reto ambicioso que ve a esta empresa comprometida con la producción de los "vinos del pasado", al tiempo que sienta las bases de los vinos del futuro. Actualmente, en el catálogo de vinos de Palazzo Tronconi encontramos el "Donnicò", pura olivella; el "Fatía", elaborado a partir de malvasía puntinata y trebbiano; el "Fregellae", macerado y una perfecta combinación de maturano, pampanaro y capolongo; el "Lauterie", un tinto intenso y redondo a base de syrah; el "Mócevò", una mezcla de merlot y sangiovese; el "Zitore", puro lecinaro.