M. Hostomme

En 1930, Marcel Hostomme creó su primera cuvée, que unos años más tarde se comercializó bajo la marca "M. Hostomme". Sin embargo, las primeras huellas de la familia Hostomme, que se instaló en Chouilly, municipio francés de la Côte des Blancs clasificado como Grand Cru, se remontan a principios del siglo XVI.
Con empeño, coraje, determinación y perseverancia, fue a finales del siglo XIX cuando la familia Hostomme decidió dedicarse exclusivamente a la viticultura. A lo largo de los años, han tenido que afrontar numerosas vicisitudes, como la devastación causada por la filoxera, que destruyó casi por completo los viñedos de la familia Hostomme. Sin embargo, al replantar sus viñedos con vides injertadas, la tercera generación de la familia está ahora activa en la empresa y, junto con Laurent Hostomme, persigue un proyecto vinícola a largo plazo.
En consonancia con las tradiciones y la cultura vitivinícola ancestral de Champagne, los champagnes de Hostomme proceden ahora de algunas de las mejores parcelas de viñedo de la Côte des Blancs, pero sobre todo expresan una complejidad organoléptica que no todos los champagnes pueden ofrecer. Entre las hileras de vides, la gestión agronómica que se sigue está orientada a respetar al máximo el medio ambiente, el ecosistema y el equilibrio natural. En la bodega, la innovación y la experimentación encuentran su lugar junto a la tradición, de modo que, por ejemplo, el último proyecto de Hostomme fue sumergir un lote entero de Blanc de Blancs en las profundidades del Atlántico. Quinientas botellas que, tras dos años de envejecimiento tradicional en la bodega, se sellaron con cera de laca y se depositaron en el fondo marino de la isla de Ouessant, a sesenta metros de profundidad. Un periodo de descanso de doce meses dará lugar al Champagne "Abysse", en el signo de la innovación más creativa, para un Champagne que sigue la tradición pero que quiere ser al mismo tiempo único y original.