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Louis Roederer

Una de las últimas bodegas de la región francesa de Champagne que sigue siendo propiedad de la misma familia que la fundó, allá por 1776 en Reims, es la de Louis Roederer. La bodega obtuvo su nombre actual en 1883, cuando Louis Roederer heredó el negocio de su tío y lo remodeló a su imagen y semejanza. Mientras otros compraban las uvas, Louis se centró en el trabajo en el viñedo, comprando las mejores parcelas de viñedo, convencido de que la quintaesencia de un gran vino estaba en la tierra, y forjando así el destino de la Maison que lleva su nombre.
La bodega Roederer cuenta con una finca de casi 240 hectáreas, repartidas entre los tres mejores crus de Champagne, situados en los pueblos de Montagne de Reims, Côtes des Blancs y Vallée de la Marne, de donde proceden las uvas ideales para sus elegantes y equilibrados vinos. Estos dos elementos, la organización familiar y la calidad de los crus, permiten a la empresa mejorar constantemente la calidad de sus uvas pinot noir, pinot meunier y chardonnay, buscando siempre la excelencia de sus productos. La bodega Louis Roederer también es famosa por haber inventado el Cristal. El invento surgió para satisfacer las exigencias de los zares rusos Nicolás I y Alejandro II, grandes amantes de la Maison y deseosos de recibir un suministro de Champagne en botellas de cristal puro. En poco tiempo, la mezcla se convirtió en el vino insignia de la bodega, gracias a su extraordinaria finura y elegancia, contribuyendo así a lo que hoy es el mito de Louis Roederer en todo el mundo.
Gracias a la innovación y al espíritu emprendedor de la familia, el champán Louis Roederer, ya sea Brut, Rosé o Demi Sec, se convirtió en el proveedor oficial de muchas monarquías y dinastías nobiliarias de todo el mundo, forjando la reputación de la que sigue gozando hoy en día gracias a los tres millones de botellas que se venden cada año y a la inigualable relación calidad-precio que ofrece.