Domaine Hartweg

Alsacia es una región situada en el este de Francia, hacia la frontera oriental con Alemania; su capital es Estrasburgo, sede de algunas de las instituciones políticas más importantes de la Unión Europea. Desde el punto de vista vitivinícola, es una zona mundialmente conocida por la producción de grandes vinos blancos. La zona tiene un clima especial: protegida al oeste por las montañas y atravesada por el río Rin, se caracteriza por estaciones cálidas y secas con menos precipitaciones que en otras partes de Francia. Aquí se cultivan casi exclusivamente uvas blancas, como la Gewürztraminer, la Pinot Gris, la Riesling y la Muscat Blanc, las cepas más nobles de toda la AOC Alsacia. Justo en el corazón de esta denominación, en el pequeño y encantador pueblo de Beblenheim, se encuentra una bodega muy interesante: Domaine Hartweg, una empresa familiar que durante generaciones se ha dedicado a la producción de vinos alsacianos especialmente característicos y territoriales. Con una superficie de unas 9 hectáreas, la finca está dirigida hoy en día por Frank Hartweg, un joven enólogo que, tras finalizar sus estudios, decidió dirigir personalmente el trabajo en el viñedo y en la bodega, trabajando junto a su padre Jean-Paul y su madre Michelle. La filosofía de Frank está dedicada a respetar el ecosistema en el viñedo, mientras que en la bodega se observan y respetan las antiguas técnicas tradicionales, que se continúan y renuevan con la inclusión de los más modernos dispositivos tecnológicos. El resultado de esta rigurosa organización se traduce en la creación de varias etiquetas, expresivas del terruño alsaciano en todas sus facetas, perfectas para satisfacer los gustos de los consumidores de todo el mundo; una nota de mérito particular corresponde a las líneas "Chat Noir" y "Bacchus", producciones en las que la gran artesanía del Domaine Hartweg se expresa a niveles realmente interesantes.