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Domaine de la Renardière

"Hacer música con el mosaico de suelos que hay bajo nuestros pies": esto es lo que significa la producción de vino para Jean Michel Petit. Personaje insólito, lleno de energía y poco convencional, con los años se ha convertido en un referente de la viticultura sostenible en el Jura. Tras finalizar sus estudios, Jean Michel pasó un par de años en Estados Unidos trabajando en bodegas californianas, pero en 1990 regresó a su querida Pupillin y, junto con su esposa Laurence, fundó el Domaine de la Renardière, haciéndose cargo de parte de los viñedos familiares y adquiriendo nuevos terrenos hasta las 7,5 hectáreas actuales.
Ante todo, Jean Michel es un conocedor de la tierra y de la historia de su región. Podría pasarse horas hablando de la formación de las colinas del Jura, delante de una excelente fondue comtoise, al más puro estilo convivencial. Los vinos de Jean Michel son auténticos vinos territoriales, frescos, minerales y, sobre todo, muy bebibles; en el paladar, expresan todo el terruño del Jura y la magnífica personalidad de su productor, un amante de la naturaleza tout-court.
Jean Michel siempre ha creído en el trabajo respetuoso con el suelo y en la utilización de abonos orgánicos, por lo que hoy, en su Domaine, trabaja con un sistema de gestión razonada de las plagas, utilizando algunos preparados biodinámicos y partiendo de una materia prima de indiscutible excelencia, que incluye uvas Ploussard, Trousseau, Chardonnay y Savagnin.
En definitiva, el Domaine de la Renardière es sin duda una de las bodegas que mejor representa la verdadera cara de una región como el Jura.
Aunque con demasiada frecuencia se vea eclipsado por Borgoña, Burdeos y Champaña, el Jura ofrece vinos de gran interés, en algunos casos únicos, como el Vin Jeaune, elaborado con uvas savagnin maduradas en barricas con el típico velo de levadura; este vino es tan característico que tradicionalmente se marida con el Comtè, un queso de leche de vaca que también se produce en el Jura.