De Vescovi Ulzbach

Desde hace más de cuatro siglos, la familia De Vescovi se dedica al cultivo de la vid en la llanura de Rotaliana. Giulio De Vescovi parte de estas premisas, y todo el mérito es suyo por haber creído en su sueño, persiguiendo el cual ha conseguido alcanzar una meta extraordinaria, construyendo un importante negocio no tanto por las cifras como por el nivel de calidad que consigue ofrecer con las etiquetas que produce. Tras licenciarse en viticultura y enología en Florencia, el propio Giulio De Vescovi realizó diversas experiencias, antes de regresar a Mezzocorona y dedicarse a la promoción de Teroldego.
Con una gestión cada vez más respetuosa con la tierra, el medio ambiente, la naturaleza y el ecosistema, Giulio cultiva sus seis hectáreas, mimando especialmente las viñas viejas, a las que ha decidido añadir otras nuevas. Divididos en tres fincas distintas, los viñedos tienen una edad media de 30 años y están formados en parte por el sistema de espaldera y en parte por el sistema de doble pérgola. Cada elección agronómica se sopesa cuidadosamente y cada operación se lleva a cabo meticulosamente entre las filas, para cosechar, cosecha tras cosecha, uvas sanas y genuinas, ricas y concentradas en cada mínimo matiz organoléptico.
La bodega se encuentra en una antigua casa de labranza que data del siglo XVII y que, tras haber sido restaurada y renovada en función de sus necesidades, es ahora funcional en todas las fases de producción, además de ser ideal para el envejecimiento de los vinos, gracias a las bajas temperaturas y al nivel constante de humedad que garantiza. Finalmente, la mano del hombre, siempre en nombre de los más altos estándares de calidad, interviene para tratar de potenciar y exaltar en los vinos todo lo que la estación y el territorio han podido expresar en las uvas.
Así, a lo largo de los años, la bodega "De Vescovi Ulzbach" ha comenzado a desarrollar una idea de Teroldego Rotaliano que ha tenido cada vez más éxito en el mercado, con rendimientos muy bajos y una calidad muy alta. Las botellas producidas por Giulio De Vescovi consiguen combinar a la perfección tradición y territorio, modernidad e historia.