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Château Marjosse

En el mundo del vino hay pocos puntos fijos, y éstos vienen dados por algunas zonas que representan realidades graníticas indiscutibles desde el punto de vista de la calidad. De todas las zonas, la de Burdeos debe considerarse sin duda entre las más prestigiosas, importante sobre todo por su clima templado, mitigado por las brisas oceánicas, y por los suelos especialmente aptos para la viticultura, donde se cultivan con facilidad tanto las variedades de uva tinta, como el cabernet sauvignon, el merlot y el cabernet franc, como las de uva blanca, como el sémillon, el sauvignon y el muscadelle.
En las tierras de Burdeos, una figura destacada es Pierre Lurton, conocido sobre todo por ser el director general de dos propiedades bordelesas de primer orden, Château Cheval Blanc en St. Emilion y Château dYquem en Sauternes, pero también es propietario de Château Marjosse, donde él mismo reside y donde produce algunos de los mejores vinos blancos y tintos de Burdeos bajo la denominación "Entre Deux Mers" (AOC).
Tras la compra de la finca en 1990, Pierre Lurton comenzó a gestionar el Château Marjosse, y desde el principio cuidó meticulosamente las 12 hectáreas de viñedos, que pronto aumentaron a unas 34 en los años siguientes. El propio Pierre Lurton realizó considerables reformas en las instalaciones de vinificación y amplió el Château Marjosse a lo largo de los años. Gran parte de las obras de construcción y renovación se completaron en el año 2000, año del que data también el diseño de los edificios, único para la denominación "Entre Deux Mers" con su fachada de aspecto italiano. En la actualidad, el viñedo abarca un total de 65 hectáreas, de las cuales el 45% de las uvas blancas son sémillon, el 45% sauvignon blanc y el 10% muscadelle. Para la producción de vino tinto, el viñedo de Château Marjosse está plantado con un 80% de merlot, un 10% de cabernet sauvignon y el 10% restante de cabernet franc.
En la bodega, la vinificación se realiza en depósitos de cemento con temperatura controlada, mientras que la crianza se realiza en barricas de roble francés. Sin perder nunca de vista los más altos estándares de calidad, se crean así excelentes botellas: etiquetas imperdibles.